sábado, 16 de enero de 2021

Mi mejor maestro

 

La niña de los notables.

Era quinto curso y a la hora de Historia se presentó ante mí en aquella primera clase un hombre robusto, pelirrojo y con poblado bigote que se atusaba con cierta frecuencia. Imponía su aspecto serio pero todo era una fachada tras la que se escondía un hombre de tremenda sensibilidad y pasión por aquella asignatura de la que hizo profesión años atrás.

Recuerdo que me encantaba oír cómo dramatizaba el desembarco en una tierra desconocida, en lo que más tarde sería América, haciendo bromas sobre el rey español de turno justito de entendederas, pero lo que cada día viene a mi memoria, es lo presente que está en mi vida hoy, aunque muriera hace ya años cuando yo cursaba Bachillerato. Y lo está por algo muy sencillo y tan pocas veces presente en un profesor, fue la primera persona ajena a mi familia que creyó en mí más que yo misma, en su primer examen suspendí y al verme llorar se acercó a mí discretamente y me dijo no llores, esto ha sido un accidente y los accidentes se evitan con más trabajo, así lo hice y empezaron a llegar los notables y cuando llevaba dos o tres me dijo sonriente, toma niña de los notables. Ese apodo me acompañó hasta octavo curso.

El primer día le llamamos Don Garde como tratamiento de respeto como hacíamos con todos los profesores en aquellos años,de uso generalizado en EGB aunque no siempre el destinatario fuera digno o digna del mismo, sin embargo, él , Manuel Garde era el trato de respeto para el Don pues era un maestro con mayúsculas, no de Historia, de Vida.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog