En estos días las páginas de periódicos y los telediarios nos bombardean con constantes enfrentamientos entre policia y unas veces manifestantes descontentos y, las más, simples vándalos. Bajo movimientos de personas pacíficas y descontentas que intentamos hacernos escuchar se ocultan grupos de individuos que sólo quieren sembrar un caos mayor al vivido en estos días y cuyo único móvil no es crear un mundo más justo e igualitario sino sembrar violencia y destrozar gratuitamente lo que otros intentan mantener a duras penas (su forma de vida, sus casas,etc.).
Hay mucho por lo que protestar y formas legítimas de hacerlo, antes de acabar con políticos incompetentes y corruptos, debemos luchar contra estos vándalos, violentos de la peor calaña, sin principio ni valor moral alguno, pues ellos apagan las voces de los que hablamos de lo que se debe cambiar porque se está haciendo mal. Ellos hacen que sus destrozos sean portada y no las subidas de salarios de cargos de confianza en Castilla La Mancha, cuando lloran por el agujero dejado por socialistas y le quitan la paga a viudas que difícilmente llegan a final de mes.
Gracias a estos descerebrados se pasa de largo por nuevos brotes más negros que verdes entre mercados bursátiles que no levantan cabeza, especuladores que hacen con las economías de nuestros países lo que quieren, administraciones que hunden a autónomos y pequeños empresarios por un listado de facturas impagadas y limitada que a cualquiera de nosotros nos supondría un embargo, así estamos en estos días, donde se da minutos de televisión y líneas de prensa a quienes no aportan nada, para quitar el espacio a verdaderas noticias sobre lo que nuestros políticos y organismos europeos e internacionales están haciendo con nuestro futuro, nada halagüeño como ya sabréis.
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