domingo, 23 de octubre de 2011

fino a quando per sempre, indomabile Simoncelli.

Todos cometemos errores a lo largo de la vida, unos más graves, otros menos, de Marco se dijo que era un hombre que siempre vivía al límite, a veces rayando en temerario.

Pero hoy murió quien fue no sólo un campeón, un hombre con una familia que hoy le llora, que supo ganarse a un amplio público que veía en él a un digno sucesor de il dottore Rossi, un hombre que luchaba por superarse día a día.

Muere además en el escenario que le vio coronarse con su único título mundial y accidentalmente atropellado por su amigo íntimo Valentino, porque la muerte llega cuando menos la esperas, silenciosa y cruel en las circunstancias que la rodean.

Hoy y siempre te recordaremos, como a Tomizawa y todos aquéllos que mueren antes de tiempo, haciendo aquéllo que les apasiona y nos apasiona, viviendo su deporte. Ciao Marco.

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